Hay que darle agua al bebé cuando hace calor? No siempre: una pediatra nos lo explica
La importancia de la hidratación en los bebés
La llegada del verano trae consigo altas temperaturas que pueden afectar la salud de los más pequeños, por lo que es fundamental tomar en cuenta las medidas necesarias para garantizar su bienestar. Una de las dudas más comunes entre los padres es si deben darle agua al bebé cuando hace calor. Muchos consideran que es necesario aumentar la ingesta de líquidos para prevenir la deshidratación, pero ¿es realmente siempre conveniente ofrecer agua a los bebés en épocas calurosas?
Para responder a esta interrogante, hemos consultado a la doctora Laura Pérez, pediatra con años de experiencia en el cuidado de la salud infantil. Según la especialista, la hidratación es fundamental para los bebés, pero es importante saber cómo y cuándo proporcionarles agua para evitar posibles complicaciones.
¿Cuándo darle agua al bebé?
La doctora Pérez explica que los bebés recién nacidos hasta los seis meses deben ser exclusivamente amamantados o recibir fórmula láctea. Durante este periodo, el agua no es necesaria, ya que la leche materna o la fórmula brindan la hidratación adecuada para el bebé. Por lo tanto, no se recomienda darle agua a los bebés menores de seis meses, incluso cuando hace calor.
La importancia de la leche materna
La leche materna es un alimento completo que, además de brindar todos los nutrientes que el bebé necesita, también ayuda a mantenerlo hidratado. Es por ello que se considera la mejor opción para la alimentación del lactante, incluso en situaciones de altas temperaturas.
Adaptación a las temperaturas elevadas
Cuando las temperaturas son más altas de lo habitual, los bebés pueden necesitar aumentar la frecuencia de las tomas para mantenerse hidratados. Es importante observar las señales que el bebé brinda, como el llanto o la inquietud, para ofrecerle mayor cantidad de leche materna o fórmula si lo requiere.
A partir de los seis meses, cuando el bebé empieza a introducir alimentos sólidos a su dieta, es recomendable comenzar a ofrecerle pequeñas cantidades de agua, especialmente en épocas calurosas. La doctora Pérez sugiere proporcionarle agua en vasitos o con ayuda de una cuchara, evitando el uso de biberones, ya que esto puede alterar la cantidad de leche que consume el bebé.
Cómo mantener al bebé hidratado en verano
Además de la leche materna o la fórmula láctea, existen otras medidas que los padres pueden tomar para garantizar la hidratación de sus bebés cuando hace calor. La doctora Pérez comparte algunas recomendaciones:
Ofrecer alimentos ricos en agua
Durante la introducción de alimentos sólidos, es importante incluir frutas y verduras con alto contenido de agua en la dieta del bebé. Algunas opciones recomendadas son el melón, la sandía, el pepino y la pera. Estos alimentos no solo aportarán nutrientes, sino que también contribuirán a mantener al bebé hidratado.
Evitar la exposición directa al sol
Es fundamental proteger a los bebés de la exposición directa al sol, sobre todo en las horas de mayor intensidad. Utilizar ropa ligera, sombreros y bloqueador solar son medidas indispensables para prevenir la deshidratación y las quemaduras solares.
Controlar la temperatura del ambiente
Mantener una temperatura agradable en el entorno donde se encuentra el bebé es importante para prevenir la deshidratación. En días calurosos, es recomendable utilizar ventiladores o aire acondicionado, siempre procurando no exponer al bebé directamente al flujo de aire frío.
Señales de deshidratación en los bebés
Es fundamental que los padres estén atentos a las posibles señales de deshidratación en los bebés, especialmente en épocas calurosas. La doctora Pérez menciona algunas de las señales más comunes que pueden indicar deshidratación en los bebés:
Poca producción de orina
Si el bebé ha disminuido la cantidad de pañales mojados, es posible que esté deshidratado. La observación del patrón de micción del bebé es clave para identificar posibles problemas de hidratación.
Irritabilidad y letargo
Los bebés deshidratados suelen mostrarse irascibles, inquietos o con un estado de ánimo más decaído de lo habitual. Estos cambios en el comportamiento pueden ser señales de que el bebé necesita mayor hidratación.
Boca seca y labios agrietados
La sequedad en la boca y los labios puede ser un indicador de deshidratación en los bebés. Es importante observar la humedad en la boca del bebé para detectar posibles signos de falta de líquidos.
Conclusiones
En conclusión, la hidratación es fundamental para la salud de los bebés, especialmente en épocas de altas temperaturas. Si bien no es necesario darle agua a los bebés menores de seis meses, es importante observar las señales que indican que el bebé necesita mayor cantidad de líquidos. A partir de los seis meses, se puede empezar a ofrecer pequeñas cantidades de agua, complementando la hidratación con alimentos ricos en agua y prestando atención a las señales de deshidratación. En todo momento, es importante consultar con un pediatra para recibir orientación específica sobre el cuidado de la hidratación de cada bebé.
