El psicólogo Alberto Soler, sobre dejar de repetir mil veces las cosas: “Lo ignora porque sabe que solo el grito tiene consecuencias”

El psicólogo Alberto Soler y la repetición de las cosas

El psicólogo clínico y divulgador Alberto Soler es reconocido por su trabajo en el campo de la psicología infantojuvenil y por su participación en medios de comunicación, donde comparte consejos y estrategias para mejorar la crianza y la relación con los hijos. Uno de los temas recurrentes en su mensaje es la importancia de evitar la repetición excesiva de las cosas, ya que puede resultar contraproducente en la educación de los niños.

En una de sus publicaciones, Soler menciona que en ocasiones los padres caen en la trampa de repetir una y otra vez las mismas instrucciones a sus hijos, sin obtener los resultados deseados. Según el psicólogo, esto se debe a que el niño aprende a ignorar las órdenes constantes, ya que sabe que solo el grito o la amenaza tienen consecuencias reales.

¿Por qué repetimos tanto las cosas?

Repetir las cosas es algo que todos hacemos en algún momento, ya sea en nuestra vida diaria o en la crianza de nuestros hijos. Sin embargo, es importante reflexionar sobre las razones que nos llevan a caer en esta dinámica, que muchas veces resulta agotadora y poco efectiva.

Según Alberto Soler, una de las razones principales por las que tendemos a repetir las cosas es la falta de constancia y coherencia en nuestras instrucciones. Si no somos consistentes en nuestros mensajes, los niños pueden confundirse y no saber realmente qué esperamos de ellos. Por eso, es fundamental establecer reglas claras y ser firmes en su aplicación.

Otra razón por la que repetimos tanto las cosas es la impaciencia. En un mundo acelerado como el actual, muchas veces queremos que las cosas se hagan rápidamente y sin contratiempos. Sin embargo, la educación de los niños requiere tiempo, paciencia y dedicación, por lo que es importante aprender a manejar la frustración y evitar caer en la repetición constante de las mismas indicaciones.

Tal vez también te interese leer  ¿Cómo explicar a los niños qué es la fotosíntesis?

Los efectos de la repetición excesiva

Cuando repetimos constantemente las mismas instrucciones, corremos el riesgo de que los niños se acostumbren al sonido de nuestra voz y dejen de prestar atención a lo que decimos. Esto puede generar una sensación de desgaste emocional en los padres, que ven cómo sus palabras caen en oídos sordos y sus órdenes son ignoradas.

Además, la repetición excesiva puede provocar que los niños se vuelvan dependientes de las indicaciones verbales de los adultos, en lugar de desarrollar la autonomía y la capacidad de pensar por sí mismos. Esto puede afectar su autoestima y su autoconfianza, ya que se acostumbran a esperar que se les diga qué hacer en lugar de tomar decisiones por sí mismos.

Alternativas a la repetición constante

Para evitar caer en la trampa de la repetición constante de las cosas, Alberto Soler sugiere algunas estrategias que pueden resultar útiles en la crianza de los hijos. Una de ellas es reforzar los comportamientos positivos en lugar de centrarse únicamente en los negativos. Cuando un niño hace algo bien, es importante reconocerlo y elogiarlo, ya que esto refuerza su autoestima y su motivación para seguir comportándose de manera adecuada.

Otra alternativa es establecer rutinas y horarios claros, para que los niños sepan qué se espera de ellos en cada momento del día. De esta manera, se evitan las sorpresas y se facilita el cumplimiento de las normas y las tareas cotidianas. Asimismo, es importante fomentar la autonomía y la responsabilidad en los niños, brindándoles la oportunidad de tomar decisiones y asumir las consecuencias de sus actos.

Conclusión

En definitiva, la repetición excesiva de las cosas puede resultar contraproducente en la educación de los niños, ya que los acostumbra a ignorar las instrucciones verbales y a esperar que se les repita constantemente lo que deben hacer. Por ello, es importante reflexionar sobre las razones que nos llevan a caer en esta dinámica y buscar alternativas que promuevan el desarrollo de la autonomía y la responsabilidad en los más pequeños. Con paciencia, coherencia y dedicación, es posible establecer una comunicación efectiva con los hijos y fomentar su crecimiento personal y emocional.

Tal vez también te interese leer  Descubre cómo gestionar las peleas de tus hijos

Otros artículos que te pueden interesar

Deja un comentario